Manuel Lillo
Leyendo este artículo entenderéis que por desgracia no tengo mucho de lo que hablar. Como llevo haciendo desde siempre, he observado las últimas novedades políticas tanto en el País Valenciano como en el resto del Estado Español y la verdad, no me he decidido por nada, porque por desgracia todo es lo mismo de siempre. Y cuando uno no sabe de que hablar en estas fechas y no le queda otra que escribir, pues tiene que hablar de elecciones. Es repetitivo y resulta cansino, pero para los que no se hayan hecho una idea, nos toca soportar mítines hasta que se realice el referéndum.
Para no ser tan repetitivo, he considerado que en vez de hablar tanto de PP, PSOE y posibles pactos en caso de que no se obtenga una mayoría absoluta, podría hacer referencia a la multitud de curiosidades que nos encontramos si nos fijamos en cada uno de los partidos que se presentan aquí en nuestra zona. Y cuanto más lo piensas más curioso es, curioso por lo estúpido en todos los sentidos, porque son multitud de ideologías las que existen, pero por cada ideología podemos encontrarnos aproximadamente con cinco partidos. Digo que es estúpido porque esto da lugar a escaños desocupados y a veces incluso impide formar gobiernos de coalición. Parece que a muchos les interesa más salir en un cártel o en un anuncio de la tele antes que gobernar para aplicar en su ciudad las medidas que mejor considera.
Vamos a empezar por la ideología centrista, esos que tirando un poco más a la derecha o hacia la izquierda, se definen como tolerantes, gente que escucha y que responde, gente que piensa en el beneficio común puesto que son los que más votos suelen sacar. En este bloque siempre están presentes nuestros queridos PP y PSOE, quienes se reparten el pastel en casi todas las comunidades autónomas y por supuesto, en el Estado Español. Por suerte para algunos y por desgracia para otros, nuestros gobiernos no son más que un monólogo de estas dos fuerzas de centro - izquierda y centro - derecha, y en cada cambio de gobierno no nos encontramos más que tímidas reformas para contentar a pequeños sectores de la población como los matrimonios homosexuales, estatutos, trasvases y poco más. Ahora, el precio de la vivienda, la privatización de lo inimaginable, la construcción ilimitada o las políticas sociales tales como seguridad, sanidad o educación no quedan más que maquilladas por las palabras pero sin acción ninguna.
Pues bien, a parte de PP y PSOE ahora nos encontramos con partidos que quieren romper ese monopolio y participar de cualquier manera. Es el caso del Partido Social Demócrata, gente que presenta un plan y se aprovecha del descontento de la gente traicionada por los dos partidos mayoritarios que, cerrados en el empeño, no se atreven a votar a nada más que pase de ser denominado como centrista. El PSD es solo un ejemplo de esos partidos que están ahí bien para pactar en caso de no conseguir una mayoría autosuficiente, o bien para plantarse en las cortes y ser de centro - izquierda cuando gana el PP o de centro - derecha cuando gana el PSOE. Existen más partidos de este tipo como por ejemplo Vecinos por Alicante o multitud de partidos independientes en distintos municipios valencianos con el mismo fin que el PSD. Algunos ejemplos son el Partido Independiente de El Campello (Pideca), Partido Independiente de Borriol (PIBO), Partido Independiente de Vila - Real (PI), Gent de Denia, etc.
El caso de la izquierda es similar. Este sector siempre se ha dividido en izquierda nacionalista o izquierda a secas. Esta pequeña división no existe más que en los debates puesto que luego se suele acabar pactando, pero existen muchos más partidos de los que uno se puede imaginar. De los que yo tengo constancia sin haberme puesto a investigar, en la izquierda nacionalista tenemos al Bloc - Verds, el más representativo aquí en el País Valenciano; Esquerra, los de “somos nacionalistas pero es que nos gusta muchísimo Carod Rovira y por eso estamos en otro partido”; y partidos ya mucho más desconocidos como Estat Català. A pesar de estos que he nombrado, si hubiese tenido tiempo de investigar más, seguro que habría sacado tranquilamente tres o cuatro partidos más de este tipo.
Luego nos encontramos con la izquierda sin más, sin aspiraciones nacionalistas, aunque, todo hay que decirlo, defienden nuestra lengua y nuestros rasgos nacionalistas. Izquierda Unida es el partido más conocido en este grupo, pero nos encontramos muchos más: Partido Comunista, Partido Comunista de los Pueblos de España, Partido Nacional Republicano, Izquierda Democrática, etc. A muchos de vosotros os sonará a chino alguno de estos partidos, pero existen. Sus aspiraciones: ante todo el socialismo y la república. La consecuencia: como en todos los casos, falta de escaños, desunión por matices muy puntuales, incluso estúpidos y esto da lugar a la completa desorganización.
Por último podemos observar el caso de la extrema derecha, también dividida curiosamente en nacionalista y no nacionalista. El programa de las dos es común: acabar con la inmigración, parece que la gente que viene a limpiar nuestras casas, a recoger nuestras naranjas, a construir las obras o a vendernos clínex en los semáforos molesta a muchos, nunca lo he entendido, pero algún sabio dijo que hay gente para todo. La no nacionalista se basa en eso y nada más. La desunión es similar a la de la izquierda, pues nos encontramos multitud de partidos: Democracia Nacional, España 2000, Falange Auténtica (la de Jose Antonio), Falange de las JONS (la de Franco) y Falange Independiente (la falangista que te lo juro por mi madre).
La extrema derecha nacionalista se basa en expulsar la inmigración y en otra base que no deja de sorprenderme: “¡defensar lo balensià!” quieren acabar con lo que ellos llaman avance del catalanismo, ¿y su medio cual es? Cerrarnos TV3, la única televisión medio seria que podemos encontrarnos, exenta de programas del corazón y de series sudamericanas de sobremesa. Cortar un medio de comunicación, anular la libertad de expresión, esa es su medida tan democrática y justa. ¿Por qué? “perque som balensians, menxem paelle i escriguem aixina per no semblarnos als catalans que mos bolen llevar la nostro llengüe, frenem el seu avanç i fem una llengüe pròpio i distinte, vixca lo regne!”. No quiero incluir nada más para no encenderme, pero aprovecho para decir que no se censura un medio de comunicación desde antes de la democracia, y nuestros colegas del PP por la presión de grupos de extrema derecha valencianista están cerca de hacerlo. Bueno, a lo que íbamos. Hasta para esa ideología tan simple hay desunión, nos encontramos así con Unió Valenciana, un intento a lo PNV valenciano que por suerte nunca (o al menos hasta ahora) tendrá éxito; y Coalició Valenciana, los que en sus eslógans destrozan y martirizan nuestra lengua valenciana para diferenciarla del catalán, en fin. Las patadas al diccionario también están permitidas.
Como hemos visto, existen multitud de partidos de ideologías comunes divididos por matices estúpidos o por simples controversias. No quiero prohibir la creación de partidos, en absoluto, es un derecho fundamental de nuestra democracia. Pero si que quiero decir que esto da lugar a la desunión y a la desorganización, que las ideologías minoritarias nunca llegarán muy lejos por ser simplemente minoritarias, pero mucho menos si encima por cada razonamiento político encontramos cinco partidos, y cuando se demuestra que de esta manera no se llega ni al escaño… mi no entender. Por favor, dejémonos de divisiones absurdas y caminemos en una misma dirección en la medida de lo posible.